ESCUELA MELAH

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Los sabios estamos en la calle

“No estamos inventando nada”. 

El Hip Hop  tiene unas bases antiquísimas, una herencia que va incluso más allá de lo que creemos. Tiene una influencia milenaria, que se ha adaptado al Nuevo Sistema social, a sus nuevas características, lo que nos hacen ser parte del mismo y no unos transculturizados.

Comprendiendo que la música venezolana es toda aquella hecha por venezolanos

y en Venezuela, es menester que reconozcamos al rap nacional como tal, al

Hip Hop como parte de nosotros y no como algo exógeno. Esto para hacer entender

que el alto nivel de discriminación del cual hemos sido sujetos, no tiene un

basamento claro.

En algunos registros de no menos de 5.000 años de antigüedad, se pudo

constatar que la cultura y sociedad de África Occidental era sumamente avanzada,

con un Sistema social organizado que les permitía vivir en comunidades y

diferenciarse en disímiles extractos, pero que aún así, no carecía de un orden.

Quienes escribieron acerca de lo que vieron en épocas de la trata de humanos

decían que su estructura social era incluso más organizada que la europea.

Se tienen datos sobre los llamados “Griots”, quienes eran o son una suerte de lo

que hoy conocemos como el trovador de la era medieval; era aquel que se

encargaba de ser el “radio-bemba” de las tribus, quien llevaba las noticias,

contaba historias y cantaba sobre los temas espirituales que tanto definen a dicha

cultura, siempre acompañado de un instrumento membranófono. Eran

endogámicos y se les conocía también como “Jeliya”, que tiene un significado

como: Jeli (habilidad, música) y Ya (sangre) habilidad musical hereditaria, que se

lleva en la sangre. Dichas personas tenían la habilidad de improvisar para cantar

las noticias recientes que iban dando de tribu en tribu; cualquier parecido con la

actualidad, no es coincidencia. 

Nuestra cultura, el “Hiphop”, viene de un viaje ancestral. El proceso de trata de humanos en la época colonial provocó que nuestros aborígenes se juntaran con esos personajes igualmente ancestrales, tema el cual conocemos en alguna medida. Dicho proceso generó una identidad que hoy conocemos como latinoamericanidad (disculpas de antemano por lo que pudiera parecer un neologismo), de allí que, el conglomerado de ricas costumbres y la

conjunción de las mismas haya contribuido a la personalidad de las diferentes

culturas emergentes en nuestros días, específicamente en el Hip Hop.

El desarrollo de la sociedad latinoamericana, basada en la mezcla de tantas y

disímiles culturas que a través de los años han ido migrando a diferentes partes 

del mundo por distintas razones, tuvo como dato curioso que en los años 50´s una

gran masa de salvadoreños, mejicanos, venezolanos y caribeños se haya movido

hacia los Estados Unidos de Norteamérica (un país construido por inmigrantes). El

proceso discriminatorio, el reordenamiento social y urbanístico que implicó dicha

masa de inmigrantes hicieron que, en resumidas cuentas, termináramos habitando

y confluyendo en espacios comunes como el Bronx y sus Blocks (entre otros) en

medio de la discriminación racial, segregación y la depresión social. Dicha

situación obligó a que de manera espontánea se iniciara un movimiento social,

basado en lo artístico no convencional e hijo de la necesidad de expresión que

tenían los más desposeídos. Es justo ahí donde el carácter del latinoamericano

toma participación en lo que pudiéramos llamar el “sabor cultural del Hip Hop”.

Siendo entonces que, tenemos muchísimo más de aporte que de simples adeptos

a nuestra cultura. El Hip Hop no vino a nosotros, sino que hemos sido parte

fundamental de su nacimiento y desarrollo.

A principio de los años 70´s comienzan a tomar fuerza en las calles las

expresiones artísticas que fundamentaron la unidad y nacimiento de nuestra

cultura. Realizando bailes con riqueza ancestral que llevan de manera intrínseca

los movimientos de nuestros orígenes, la pintura con herramientas no

convencionales como el spray, la manera de cantar hija directa de los griots y todo

acompañado por la música con métodos similares a los sound systems

jamaicanos, aderezados con técnicas innovadoras como el back and forth y

merry go round de Dj Kool Herc y Grand Master Flash.

La aparición de dichos elementos artísticos (Breaking, Graffiti, MC y Dj) que fueron

más que simples formas de expresarse, se convirtieron en el punto de unificación

social de los desposeídos, en la posibilidad de hacer arte sin la academia y con

mucha más libertad.

Comenzó en parte como una fiesta, como un punto de encuentro de los

discriminados, donde el Dj (Kool Herc) amenizaba el espacio con la música que

movía a la juventud del momento, dándole un especial toque con las técnicas

antes mencionadas y utilizando el espacio de mayor fuerza de cada canción

(Break) para repetirlo una y otra vez mientras los Bboys y Bgirls bailaban y

creaban al mismo tiempo, ocurriendo esto a la vez que el MC dirigía la atención y

emoción en el lugar, improvisando frases e interactuando con los asistentes; todo

esto tenía un contenido gráfico original y que lleva su nombre gracias a los surcos

dejados en las paredes de la catacumbas romanas en épocas del imperio y que

hacían sátiras y críticas sociales, entendiendo que, los dibujos en las paredes

constituyen uno de los métodos de comunicación más longevos. 

El 16 de mayo del 2.001 y después de más de 30 años de lucha y organización,

se presenta ante la UNESCO y por parte de un gran número de activistas sociales

ligados al Hip Hop a nivel mundial, un documento con el que se intenta quitar el

estigma de delincuentes con el que se ha tildado a los cultores del Hip Hop, el cual,

por la influencia del Sistema destructor de culturas, que vio en la promoción del

Hip Hop como algo ligado a la delincuencia y la vida desenfrenada, una manera

más fácil de hacer dinero. En dicho documento se proponen las bases o principios

con los que se rige nuestra cultura.

Gracias a la presentación de la declaración de paz del Hip Hop, se nos otorga el

reconocimiento como cultura de paz y prosperidad, a su vez, el de país simbólico

del mundo, ya que, se ha logrado comprobar que en la inmensa mayoría de los

países del mismo existen cultores del Hip Hop.

El proceso migratorio y de vínculos comerciales con los Estados Unidos de

Norteamérica que hemos tenido desde hace muchos años, hizo que su influencia

o comunicación cultural con Venezuela haya sido constante, por lo que una Buena

parte de los procesos artísticos, sociales y culturales que se han llevado a cabo

hayan repercutido en uno y otro país al mismo tiempo, esto sumado al gran aporte

latinoamericano al nacimiento del Hip Hop.

Los sound systems que en Venezuela se transformaron en minitecas, la práctica

de deportes como el skate y el surf, el novedoso baile llamado breaking, que es

en parte hijo de James Brown y la utilización del graffiti como medio de expresión

espontáneo y a su vez, como método de promoción, dieron pie a que se fuera

gestando al mismo tiempo (aunque con características distintas) lo que hoy

conocemos como Hip Hop y que viajó en patinetas por todo el país, siendo también

promocionado por grafittis y volantes.

Aunque la música con mayor aceptación en Venezuela no era específicamente la

misma que en EEUU, los métodos para reproducirla en las fiestas (Dj´s con platos

Technics MK1200) eran los mismos y la manera de bailar (en forma de cyphers o

competencias) también.

Resulta necesario comprender que hemos estado ligados al Hip Hop desde siempre, que tuvimos la dicha de ir creciendo al mismo tiempo que en estados

unidos de Norteamérica en ese sentido. Es tal nuestra participación en el

desarrollo de nuestra cultura, que la primera pieza de rap hecha por un latino y

grabada en Latinoamérica fue “La Cotorra Criolla de Perucho Conde” en el año

1.979, a la par de Rappers Delight de Sugar Hill Gang, primera pieza de rap en

sonar en la radio norteamericana, siendo la primera una suerte de parodia de la 

segunda, pero con unas características muy particulares y que, de hecho y según

mi opinión, tiene mucho más de Hip Hop y su carácter social.

Es entonces cuando ya se ha logrado instituir el hecho de que somos una cultura

que consta de 9 elementos y 18 preceptos, que debemos hacer hincapié en el

hecho de promover el estudio y conocimiento de nuestra herencia, orígenes y

carácter como cultores. La necesidad de no vernos aislados como elementos

meramente artísticos sino como un todo, como ejemplo existen frases como: “Rap

es lo que hago y Hip Hop lo que vivo” o “El Rap no es el Hip Hop sino parte del

Hip Hop”.

Es de suma importancia reconocer que las fechas propuestas y utilizadas para

celebraciones en nuestra cultura (3 de mayo, día mundial del rap, segunda

semana de mayo, como la semana de la apreciación del Hip Hop o el mes de

noviembre como mes internacional del Hip Hop) no son una manera de

institucionalizarse sino de hacernos reconocer y aceptar.

Por ende y para finalizar este pequeñísimo aporte, es fundamental que ante todo,

nos reconozcamos a nosotros mismos, nos respetemos y entendamos al Hip Hop

como una cultura de paz y prosperidad, que está muy lejos de ser ese producto

banal que tanto se promociona a nivel mundial y que tanto daño nos hace.